viernes, 2 de septiembre de 2011

El cervatillo ileso


Los días en el exilio y las noches en vela habían hecho de Jack un ser poco amigable y algo introvertido. Nunca vestía de colores cálidos si podía evitarlo y trataba a las personas más jóvenes que él con respeto, pero con condescendencia. Llevaba diez mil años vagando por los mundos y ya quedaba poca gente que lo superase en edad, así que se podría decir que Jack no tenía relaciones reales. Jack, no obstante, disfrutaba con lo que hacía.
Esa mañana se encontraba solo, en una pequeña tienda de antigüedades. Hacía poco que había amanecido y todo estaba aceptablemente ordenado dentro del establecimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario